Me siguen
sábado, 14 de noviembre de 2009
Recuerdos
Recuerdo...
que primero vi sus ojos
buscándome entre la multitud...
Brillosos, penetrantes,
casi inquisidores...
Muy alto...
su altura un poco me intimidó...
Buscando tranquilidad entramos en un bar...
comenzó a llover...
una bebida...
la charla...
un café...
Nuestras manos
apenas se rozaban al hablar
casi como sin querer....
cada gesto
cada mirada
cada palabra
iba creciendo al correr la tarde...
La lluvia
seguía cayendo
la gente
corría bajo sus paraguas...
Me costaba mirar sus ojos...
Me sentía desnuda...
Tomó mis manos entre las suyas
y ya no las pudimos separar...
El cielo se calmó
y el tiempo llegaba a su fin...
Salimos...
caminamos por la calle
tomados de la mano...
un abrazo
y otro más...
y sentir sus dedos enredarse en mi pelo
y apoyar mi cabeza en su pecho
como en un rinconcito tibio al que sé
que puedo volver
y sentirme bien...
Todo eso recuerdo...
De qué hablamos...?
No sé....
de la vida quizás...
Al despedirnos le robé un beso...
casi como una travesura...
Cuánto hace...?
No lo sé...
Sólo eso recuerdo...
nada más....
Reina
Pintura: no encuentro nombre ni autor...
Pintura: Primer día
Pintor: Leonid Afremov
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Textos inconclusos
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Recordás lo importante... para qué más?
ResponderEliminarLa pintura es tan bella, que no necesita título ni autoría.
Precioso, Reinita mía.
De casualidad he pasado por tu casa y me he permitido entrar. Si me lo permites volveré a pasar.
ResponderEliminarHermoso poema el tuyo en que los recuerdos nos dan testimonio de haber vivido, y seguir viviendo nos dará la satisfacción de recordar.
Afectuosos saludos.
Sil... recuerdo lo mejor.... jaja
ResponderEliminarEs bella la pintura, verdad...? de quién será...? hay varias en la red que deben ser del mismo autor o autora, pero ninguna tiene nombre...
Un beso
Armando... permitido, cómo no...? las puertas de mi casa están siempre abiertas...
ResponderEliminarMe alegro que te gusten mis recuerdos...
Volvé cuando quieras...
Un recuerdo maravilloso de una tarde que no borrará ninguna día de sol. Esa tarde que, tan dulcemente, describes en tu poema me ha llenado de melancolía.
ResponderEliminarBesos.
Teresa
Pero la melancolía es tristeza Teresa, y este recuerdo no es triste... no te pongas triste...
ResponderEliminarUn beso