Infierno... Cap. 22 - Caída en el abismo

Emprendíamos el regreso cuando escuché a los gatos maullar fuerte y atrajeron mi atención… estaban detrás de la cascada de arena… hacia ese lugar iba cuando casi caigo al precipicio y el ángel me habló…
Había un camino estrecho casi imperceptible y sin pensarlo más, fui a su encuentro…
-No venías conmigo…?- dijo la voz
-Llaman… los oigo maullar… sé que necesitan mi ayuda…
-Aquí abajo todo es caos y confusión, lo que escuchás puede no ser real… mejor salgamos…-dijo tratando de convencerme.
-No, si ellos me necesitan debo acudir… son mis amigos…

La voz se apagó pero sé que estaba junto a mí…
Tomé el estrecho sendero, no sabía bien hacia dónde iba ni qué había detrás de la cascada… ya habría tiempo para salir… ya conocía el camino…

El abismo era impresionante… indescriptible… nadie que no haya estado ahí puede imaginarlo… un pequeño traspié y no hay vuelta atrás… pero el llamado era más importante que cualquier miedo…

Mirar hacia abajo era vertiginoso… podía caer… miré hacia el frente y seguí adelante…
Llegué hasta la otra orilla con verdadera dificultad, más de una vez sentí mis pies trastabillar… más de una vez pensé que podría estar al sol o a la orilla del mar, en vez de estar aquí... pero seguí...
El camino parecía corto pero se hizo interminable…
La cortina de arena tapaba la luz… detrás de la cascada todo era oscuridad otra vez… miré hacia atrás pero ya no se veía el sendero… las oscuridad se encargaba de ocultar la salida…
Esta vez no tuve miedo… confié en que saldría… buscaría a los gatos y me marcharía de ahí rápidamente….

Los cinco puntos volvieron a encenderse… el ángel estaba conmigo…
Levanté mi brazo y pude ver… aquello era peor de lo que había imaginado…
Una caverna húmeda y fría… un suelo lleno de cráteres profundos… miles de abismos… miles de entradas al infierno listas para dejarnos caer…
Y la oscuridad… trampa mortal de la que nadie escapa…

No podía ver a los gatos, pero los escuchaba… sus maullidos llegaban desde diferentes direcciones… no estaban juntos… los oía llorar por separado…
Estaban atrapados cada uno en un abismo… no podían verse… los escuchaba rasguñar las paredes intentando salir… luchaban solos sin lograr escapar…

-Valentín…!!! ¿dónde estás Valentín…?- oí a Julia llamar a su amado compañero…
- Contestame por favor…!!!!

Valentín no hablaba… no podía… sólo maullaba… su maullido era un llanto de dolor…
Julia se desesperaba intentando salir para encontrarlo….
Ambos estaban solos…. ambos caían… cada vez más profundo...

Reina

Pintura: Gato rubio y gato negro