No quiero acostumbrarme a tu presencia
no podré vivir con tu ausencia
si otra vez te vas...
de tus palabras
ya tuve ausencia
de tu presencia,
carencia
y de tu corazón
no obtuve clemencia
No quiero acostumbrarme a tu presencia
la vida será vacía
si otra vez te vas...
Rreina
Pintura: Miedo incipiente
Pintora:
Noa Persán
Esas dependencias no son nada buenas aunque comprendo que a veces son inevitables.
ResponderEliminarBesos.
y vos te haces esos peinados en la peluqueria como el de la imagen?
ResponderEliminaryo pense que te hacías la toca, Reina.
Amiga, tienes que intentarlo... Aunque a veces duela... Sigue a tu corazon... No lo dudes.
ResponderEliminarUn abrazo, Reina
Yo soy una extraño ser que se siente más acompañado de una ausencia- vital- que de todas las presencias que tiene al lado.
ResponderEliminarEs patológico.
Pero de tanto vivirlo, uno lo siente natural.
El amor tiene esas extrañas facetas.
Y aunque uno quiera o no quiera, el corazón termina haciendo lo que él quiere :D
El poema es emotivo, mi Reina.
BESOS
SIL
Toro... son inevitables...? :(
ResponderEliminarHabrá que buscar alguna solución...
Un beso
Ménage... yo no me hago nada... soy hermosa naturalmente... ;)
ResponderEliminarUn besote
Antiqva... siempre intento... siempre sigo mi corazón... pero creo no encuentra el camino... :(
ResponderEliminarUn beso
Sil... es no se trata de un grupo de presencias...
ResponderEliminarY sí, el corazón funciona aunque el cerebro le diga que no... :)
Un beso enorme
La vida no volverá a estar vacía, reina... Las raspas del tapiz de tu blog se convertirán en animados peces de colores ¡Seguro! ;)
ResponderEliminarAunque las raspas son muy bonitas, hay que reconocerlo...
Vic... no conocía la RASPA aplicada a las espinas... siempre se aprende algo... ;)
ResponderEliminarCreés que tomarían vida...?
Me gustan así... hacen juego conmigo... ;)
Un beso grande