El prínzipe zapo
tenía un gran problema...
creía que eztaba encantado
y que nezezitataba
una prinzeza para zer feliz...
Era un tanto egoízta...
no zabía pedir perdón
y ziempre creía tener la razón...
El prínzipe zapo moría de amor...
por una rana un tanto menor...
pero zu amada lo dezpreziaba
y lo hazía zentir inferior...
El prínzipe zapo lloraba
zolo en un rincón...
porque a todoz alejó
para llorar zolo zu amor...
"Yo puedo zolo", dezía...
mientraz le pazaba la vida...
la noche ze hazía zol...
la luna ze hazía día...
Y el prínzipe zapo moría...
zin ver que máz allá,
una fea rana,
que no era prinzeza ni nada,
croaba y croaba zin parar...
tratando de llamar zu atenzión,
ezperando que algún día
dezviara la mirada
y quedara prendado
del canto de la fea rana
que tanto lo amaba...
porque vio zu corazón...
Reina
Nota:
Cuando alguno de mis hijos se pone tozudo y quiere hacer las cosas sin pedir ayuda, los demás le decimos: -"Yo puedo zolo"... era el parlamento de un cuento infantil, protagonizado por un príncipe testarudo y seseoso...
Este cuento fue escrito ya hace algún tiempo, tanto que casi no me acordaba, especialmente para La charca de las ranas y pertenece a una extensa y bella colección de cuentos de sapos y ranas... los invito a pasar por La charca de las ranas majestuosamente dirigida por la rana Puck. :)
Reina
A mí ze me eztá pazando la vida, Reina, qué coza máz injuzta, che...
ResponderEliminarBezoz y bezoz.
ZIL
A todoz se noz paza... ez porque vivimoz... ;)
EliminarBezote...!!!
Suprimí el comentario siguiente porque además de ser anónimo era agresivo...
ResponderEliminarHay que tener ganas de joder para entrar a un blog y comentar agresivamente y reírse de participantes, que no conoce y encima hacerlo como anónimo...
Así que todos los comentarios anónimos serán eliminados a gusto y piacere del dueño del blog, o sea yo. :)
Si no te gusta NO me leas... no hay obligación. !
ResponderEliminar¡Que lo tiró Reina! ¿que hazemos ahora los que no tenemos los pibes porque no los podemos engañar, no ze cren nada, zon más vivos que uno que anda penando por amores perimidos
ResponderEliminarNorita, los chicos siempre son más hábiles que nosotros... y bien por ellos... serán más felices... ;)
Eliminar:)
ResponderEliminarMe ha encantado.
Ojalá el príncipe Zapo repare en la rana.
Besos.
Torito... eze zapo ya no repara en nada... :(
EliminarBezoz
jeje, mira que a medida que leía pensaba decirte que lo enviaras a La charca de las ranas y al final veo que ya está sembrado. Este tipo de poesía, que se entiende fácilmente, sí que me gusta. Cuántos sapos hay por la vida, con amores cruzados. Venga, nos leemos.
ResponderEliminarXimens... lo escribí para la charca pero ya hacía tanto que lo había olvidado... es que esa charca ya tiene un ranerío tremendo... jaja :)
EliminarOh, Reina, pero si veo que hablas en andaluz, con la zeta...
ResponderEliminarBellisimo, amiga. Y bellisimo el cuento...
Un abrazo fuerte
jajaja... ojalá hablara andaluz... me encanta...!!! :)
EliminarUn beso grande
Me vestiré de sapo. Parece que esto trae suerte.
ResponderEliminarNo lo creas... últimamente los cuentos de sapos y ranas terminan mal... nada es perfecto como era entonces, ya no hay perdices... ;)
EliminarUn beso