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martes, 5 de mayo de 2009

Nota en la botella



Amanecía...
El escenario de mi sueño era en el Río de la Plata pero como en todo sueño estaba plagado de cosas imposibles...
El terreno era un páramo, liso y llano con la tierra reseca y resquebrajada por el sol...
En medio de la nada estaba el naranjo, ese que se parece a la Morera de Vincent, su copa frondosa llena de frutos y rebosante de azahares, una explosión de aromas y colores, como en el cuadro...
A lo lejos alcanzaba apenas a divisar la figura de un hombre parado sobre unas rocas...
A medida que me iba acercando podía distinguirte, sabía que eras tú...
Estabas de pie sobre una gran piedra con una botella de whisky en la mano y al verme llegar comenzaste a agitar los brazos cruzándolos por sobre tu cabeza, haciéndome señas para que te mirara....
Te hice señas también para que supieras que ya te había visto....
Entonces, me mostraste la botella señalándola y tomando impulso la arrojaste al agua, muy muy lejos...
Y giraste hacia mí y abriste los brazos esperándome como para abrazarme....
Comencé a correr hacia tí.... pero no avanzaba.... corría y corría... pasé al lado del naranjo dejándolo atrás, pero a medida que me acercaba tu figura se alejaba, como en una película de vértigo... cada vez te hacías más pequeño, cada vez estabas más lejos de mí....
Cuando llegué a la orilla ya habías desaparecido, te busqué por todos lados pero no estabas, sólo el páramo, el naranjo, el agua y yo...
Me senté sobre la roca, en la orilla y el agua comenzó tímidamente a acercarce a mis pies... ya no era un río, era un mar azul lleno de olas que rompían el silencio con su estruendo...
Sentía el olor salado del mar mezclado con el dulce de los azahares... mis pies se humecían con cada venir de la marea...
Algo frío golpeó mis dedos... era una botella... quizás esa que habías arrojado... había una nota dentro... traté de tomarla pero el mar se la llevaba... cuando creía alcanzarla me la quitaba de las manos... iba y venía entre la arena y la espuma...
Al fin la atrapé, como se atrapa a un pez resbaladizo que lucha por volver al mar...
Intenté abrirla, estaba cerrada muy fuerte... el corcho cedió.... me costó quitar la nota... cuando al fin la tuve entre mis manos el sol pegaba en mis ojos, la luz rebotaba sobre el blanco del papel y no podía leerla...
Una ola grande pegó contra mi espalda, me tiró y me revolcó llavándome bajo el naranjo....

Desperté sobresaltada....

Sólo me queda contarte este sueño para que tú me digas qué decía esa nota...


Reina


2 comentarios:

  1. Delicioso relato, amiga reina, onírico, emocionante y sorpresivo.

    Me agradò mucho leerlo.
    Besos.

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  2. Fue realmente un sueño... sin final, como todos los sueños...

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