-ma....
-...... (silencio)
-ma....!
-...... (silencio)
-ma....!!!
-...... (silencio)
-mamá....contestame...!
-......
Crecí entre los caprichos y el orgullo de una madre leonina que me castigaba con silencio.
Una mujer que creyó que subida a un pedestal con el ceño fruncido y en silencio se enseñaba...
¿Qué cosa puede enseñarse desde el silencio....?
Sólo a tener culpas...
Culpas de qué...? no lo sé... pero de algo habré sido culpable para me negara la palabra...
Algo habría hecho para merecer ese silencio...
Pero, qué...? esa fue siempre la pregunta...
Qué puede hacer una niña pequeña de 4 o 5 años para merecer semejante castigo...?
Empecé a cuestionarme cualquier palabra y cualquier acción sin saber cuál era la que enojaba tanto a mi madre para negarme la palabra...
Dejé de ser yo...
Empecé a actuar como suponía que ella quería que actuara...
Pero nada servía... ella de golpe se encerraba en su silencio hacia mí sin darme un motivo, un por qué, una razón...
-ma... decime qué es lo que hago mal...
-......(silencio)
Con los años entendí que no era yo... era ella la que estaba mal... era ella la que no se sabía expresar... era ella la que había aprendido todo mal...
Era ella la equivocada... no yo...
Quise escapar de su lado porque no soportaba sus silencios.....
Y en ese apuro de huir rápidamente, me equivoqué y me fui con quien no debí haberme ido...
"no le gusto porque soy fea"
"no me habla porque dije algo que le molestó"
"no me contrata porque no soy lo suficientemente capaz"
"no se ríe conmigo porque soy aburrida"
"no me lleva a reuniones porque no soy bonita"
"no me escucha porque no tengo nada interesante que decir"
"la ropa no me queda bien porque mi cuerpo no es bonito"
"no he sido buena madre"
"las cosas me salen mal"
"soy mediocre"
"no sirvo"
"no valgo...... ni siquiera una palabra...."
Así crecí... cargando esta maleta de culpas sobre mi espalda... en los estudios, en el trabajo, en el amor, en la familia, en la vida....
Y mi espalda se fue doblando por el peso...
Y dejé de hablar por decir algo inapropiado...
Y dejé de salir e ir a lugares donde no encajaba...
Y dejé de hacer por las dudas de que me saliera mal...
Y me volví fea, triste y solitaria...
Y hoy... al pasar los años... descubro que no es así como aprendí...
Que no puedo hacer todas las cosas pero para algunas soy muy buena...!
Que no sé de todos los temas pero de los que me gustan puedo hablar horas...!
Que no soy aburrida porque tengo muchos amigos...!
Que sirvo para muchas cosas...!
Que hay ropa que me queda muy bien...!
Que he sido buena madre...!!!!
Y que si bien no soy bonita puedo ser atractiva...!
Aprendí a no quedarme callada... porque alguien puede necesitar de mis palabras...
Aprendí a no arrepentirme de lo dicho o hecho, sí de lo que no dije o dejé de hacer...
Aprendí, muy a pesar mío, que la palabra construye y el silencio destruye...
Cada uno hace lo que aprende, lo que sabe, lo que puede... pero no por eso es más ni menos valioso...
Reina
Pintura: Inocencia
Pintor: Denis Nuñez Rodriguez
¿Qué cosa puede enseñarse desde el silencio....?
Sólo a tener culpas...
Culpas de qué...? no lo sé... pero de algo habré sido culpable para me negara la palabra...
Algo habría hecho para merecer ese silencio...
Pero, qué...? esa fue siempre la pregunta...
Qué puede hacer una niña pequeña de 4 o 5 años para merecer semejante castigo...?
Empecé a cuestionarme cualquier palabra y cualquier acción sin saber cuál era la que enojaba tanto a mi madre para negarme la palabra...
Dejé de ser yo...
Empecé a actuar como suponía que ella quería que actuara...
Pero nada servía... ella de golpe se encerraba en su silencio hacia mí sin darme un motivo, un por qué, una razón...
-ma... decime qué es lo que hago mal...
-......(silencio)
Con los años entendí que no era yo... era ella la que estaba mal... era ella la que no se sabía expresar... era ella la que había aprendido todo mal...
Era ella la equivocada... no yo...
Quise escapar de su lado porque no soportaba sus silencios.....
Y en ese apuro de huir rápidamente, me equivoqué y me fui con quien no debí haberme ido...
Pero ya era tarde.... sus silencios hicieron un hueco en mi alma y lo llenaron de culpas...
"no le gusto porque soy fea"
"no me habla porque dije algo que le molestó"
"no me contrata porque no soy lo suficientemente capaz"
"no se ríe conmigo porque soy aburrida"
"no me lleva a reuniones porque no soy bonita"
"no me escucha porque no tengo nada interesante que decir"
"la ropa no me queda bien porque mi cuerpo no es bonito"
"no he sido buena madre"
"las cosas me salen mal"
"soy mediocre"
"no sirvo"
"no valgo...... ni siquiera una palabra...."
Así crecí... cargando esta maleta de culpas sobre mi espalda... en los estudios, en el trabajo, en el amor, en la familia, en la vida....
Y mi espalda se fue doblando por el peso...
Y dejé de hablar por decir algo inapropiado...
Y dejé de salir e ir a lugares donde no encajaba...
Y dejé de hacer por las dudas de que me saliera mal...
Y me volví fea, triste y solitaria...
Y hoy... al pasar los años... descubro que no es así como aprendí...
Que no puedo hacer todas las cosas pero para algunas soy muy buena...!
Que no sé de todos los temas pero de los que me gustan puedo hablar horas...!
Que no soy aburrida porque tengo muchos amigos...!
Que sirvo para muchas cosas...!
Que hay ropa que me queda muy bien...!
Que he sido buena madre...!!!!
Y que si bien no soy bonita puedo ser atractiva...!
Aprendí a no quedarme callada... porque alguien puede necesitar de mis palabras...
Aprendí a no arrepentirme de lo dicho o hecho, sí de lo que no dije o dejé de hacer...
Aprendí, muy a pesar mío, que la palabra construye y el silencio destruye...
Y también aprendí que a pesar de todo... siempre habrá alguien que no quiera dirigirme la palabra y aunque me desespere en saber por qué, tendré que aceptar que los demás también tienen derecho al silencio...
Cada uno hace lo que aprende, lo que sabe, lo que puede... pero no por eso es más ni menos valioso...
Reina
Pintura: Inocencia
Pintor: Denis Nuñez Rodriguez
Que daño se le puede hacer a los niños desde la loca ceguera de los adultos.
ResponderEliminarEs una infancia dura la que tuviste que vivir.
No es justo. No.
Nadie merece ese trato.
Besos.
La culpa nos hace vivir rogando la aprobación ajena... y dejamos de amarnos.
ResponderEliminarEstremece leer tu texto. Una infancia triste y que deja huella imborrable a pesar del tiempo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y besitos de luz
El silencio es la peor forma de maltrato que existe, definitivamente.
ResponderEliminarPero a pesar de todo aprendiste a comunicar, a apreciar que estás viva.
Sos una sobreviviente, y eso no es poco.
Besos!
Lo dijiste todo tan bien que me has dejado sin palabras, un abrazo inmenso te daría porque esta vez las palabras sobran, porque a veces las palabras están de mas o no sabemos comunicarlas o se nos atragantan, pero eso los niños no lo saben, ellos las necesitan y si no vienen en forma oral hay que administrarlas con miradas, con caricias, con abracitos tibios y arroparlos por las noches con un cuento y si no hay cuento un mordisco en la ñata qué se yo!
ResponderEliminarYo también soy culposa y también me tiré encima todas las culpas que pude y la vida me está enseñando que es mas fácil caminar liviana.
Vos también aprendiste y qué curioso, fijate el valor que tienen tus palabras que aprendiste a comunicarlas tan bien!
Besos!
Gracias.
ResponderEliminarPocas veces se lee a alguien con tanta sinceridad y valentía, muy pocas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Aunque a veces el silencio sea la respuesta, los adultos tienen que aprender muchas cosas de la bendita inocencia.
ResponderEliminarhas sido sincera y tienes un gran corazón.
que tengas una feliz semana.
un abrazo.
Llego desde el blog de Toro Salvaje. Más que merecido tenés el poema que te dedicó.
ResponderEliminarUna entrada conmovedora la tuya que me dejó sin palabras.
Te dejo un fuerte abrazo. Y desde ahora te sigo.
Mil besos
Que culpa o responsabilidad puede una niña
ResponderEliminartan pequeña tener ?. Ningun adulto podra
educar desde el silencio , sino desde las palabras y el amor.
Me alegra conocerte amiga y compatriota.
Cariños Reina.
... entonces fue el azar el que me trajo hasta aquí. cómo se agradece al azar?
ResponderEliminarTodo... sólo el silencio fue duro... por eso sigo sin comprender los silencios...
ResponderEliminarPero tuve una abuela genial que me enseñó todo lo bueno que tengo... y me enseñó mucho... ;) su vida fue mucho más dura y siempre tenía una sonrisa... :)
Gonzalo... así es... :(
ResponderEliminarCarolina... sólo esa parte fue triste... hubo también muchas cosas buenas con mi abuela y mis tíos y mi padre... :)
ResponderEliminarPero es verdad que los silencios me dejaron huella... :(
Gabrielli... es silencio es una forma de maltrato, de humillación, de desprecio... y no me canso de repetir el daño que hace... mucho más que las más hirientes y dolorosas palabras...
ResponderEliminarPor eso no me callo... nunca más... mis palabras podrán hacer daño pero se sabrá por qué...!
Pato... jamás hay que dejar a nadie sin una respuesta... ni chico ni grande...
ResponderEliminarY tampoco sin abrazos... los abrazos son lo más necesario...!!!
Suerte que aprendí, podría haber caer caído en un ostracismo o algo similar... :(
montse... cualquier cosa a la que se le dice gracias está bien hecha... ;)
ResponderEliminarSi lo que escribo le sirve a una sola persona, está bien escrito entonces... :)
Ojosnegros... sólo sinceridad... los silencios me han vuelto muy cobarde... ;)
ResponderEliminarRicardo... no hay motivos suficientes para el silencio, siempre puede haber una respuesta...
ResponderEliminarFeliz fin de semana para vos también...!
María R. ... No soy la reina a la que Toro le dedicó e poema... :(
ResponderEliminarIgual sos bienvenida a mi sitio... ;)
Emy... si enseñamos a nuestros niños a hablar de frente en cada situación desde que nace, lo harán por el resto de su vida...
ResponderEliminarBienvenida...!
Kynikos... ni idea.... jaja ;)
ResponderEliminarSupongo que aprovechando las oportunidades que nos presenta...
Amiga, lo que cuentas es terrible pero debes tener claro que una madre asi es una enferma... Ten claro siempre que tu eres un encanto de persona, tenlo siempre muy claro.
ResponderEliminarUn abrazo grande, amiga
Antiqva... tuve otras cosas buenas para poner en la balanza... ;)
ResponderEliminarY si algo me enseñó es que el silencio destruye... por eso me hace tanto daño y nunca, nunca niego una palabra, por más dura que pueda ser...
Gracias por tus palabra siempre...! :)
Cuánto daño podemos hacer en esa arcilla blanda y tibia que son los chicos...
ResponderEliminarEl texto vale oro, va de oscuros a claros y las conclusiones nos abarcan a todos.
MUy bueno, mi Reina.
SIL
PD
ResponderEliminarcuando ande Ud con ganas y tiempo, sobrevuele mi blog que hay un cuento que quiero regalarle especialmente.
:)
Sil... chicos o grandes... siempre somos vulnerables a los otros...
ResponderEliminarMe encanta recibir regalos....!!! :)
Ya paso... ya mismo... ya voyyyyyyy...... :)
Reina, el silencio puede llenarse con muchas suposiciones, millones, pero los niños las llenamos con culpa. Sin embargo el silencio solo lastima si se esperaba en cambio una aprobación.
ResponderEliminarLo que pasó pasó. Una señora que hace poco cumplió 92 años me dijo que nada malo debe quedar dentro de nuestro cuerpo, por eso, cuando algo la inquieta hace un pequeño poso en su jardín y escupe dentro de él. Increíblemente no he visto tierra más fértil que la de ese parque en Villa Urquiza. Un abrazo.
Julio... los niños siempre esperan la aprobación de sus padres porque así se construye su autoestima... y con el correr de la vida, si no se construyó de pequeños, necesitaremos seguir construyéndola, por lo que seguimos buscando una aprobación constante...
ResponderEliminarMuy inteligente esa señora, por algo llegó a los 92 años... ;)
Mi forma de escupir la tierra es este blog donde saco todo en palabras y de donde han florecido mis mejores amigos... ;)
Un beso