El corazón de Julieta I (La historia que Shakespeare no escribió)

Caminado a orillas del río, una mañana de sol, me topé con ella...
Era pequeña, delicada, de cantos redondeados y con un tinte gris levemente azulado...
Su forma era la de un perfecrto corazón...
Un pequeño y perfecto corazón de piedra...
Como es sabido, en el rodar de los ríos, los cantos de las piedras chocan y se van redondeando....
La posibilidad de encontrar una piedra con la forma de un corazón perfecto es bastante remota, ya que es imposible que esa característica hendidura superior se forme naturalmente por el chocar de los cantos....
De dónde vienen entonces las piedras corazón....?
Me dirigí al Museo de Mineralogía de Buenos Aires, pero no encontré allí registro alguno de formaciones pétreas con estas características...
Tampoco encontré nada en el Museo de Ciencias Naturales de Parque Centenario, ni en la Facultad de Ciencias Naturales de La Plata, ni en otros museos...
Recordé haber oído hablar a un amigo de un antiguo Tratado de Petrología, así que me dirigí a la Biblioteca Nacional en su busca...
La ansiedad por encontrar respuesta no me permitía descansar en página alguna, las hojas se escapaban de mis manos sin que alcanzara a leer tan siquiera los títulos...
Cerré el libro, respiré profundo y decidí comenzar por el índice...

(Continuará...)

Reina