Estaba escribiendo ésto para un amigo a quién prometí contarle lo que ví en mi paseo, pero como es una linda historia, y hoy no tengo ganas de escribir poesía, la comparto
con todos...
Me preguntaste por qué suelo poner en mis versos frases como "encontrarte a la vuelta de la esquina", si la persona a quién le hablo en ellos no es de Buenos Aires...
Bien...
Hoy estuve caminando por Buenos Aires... calle Florida, Corrientes, Lavalle, Avenida de Mayo... me encanta Avenida de Mayo... y tenía la sensación de que me iba a encontrar con alguien... a la vuelta de la esquina... quizás porque estaba sola y tenía ganas de encontrar a alguien...
Suelo salir sola a caminar y no me disgusta, aunque prefiero la compañía, pero hoy no me sentí bien haciéndolo...
Fui a ver una muestra de fotos "El teatro en 90 fotos"... se realizaba en un viejo edificio donde antes solía haber una de esas grandes tiendas de muchos pisos, se llama Harrods, que con los años y el surgimiento de los shopings, quedó abandonado...
Solía ser un edificio muy hermoso, con una arquitectura de la época del esplendor de Buenos Aires...
Ahora habilitaron la planta baja; hace poco se realizó el mundial de tango, pero no pude asistir, y ahora esta muestra de fotos, que me supo a poco... me quedé con ganas de ver más....
En otro sector había otras fotos "Homanaje: Saulo Benavente: obra escenográfica" eran de escenarios de distintos teatros y bocetos de las escenografías, algunos a lápiz y otros pintados, eran realmente obras de arte en sí mismos.... esa parte me gustó más, por supuesto...
Recorrí lo que pude, lo que estaba habilitado para el público, observando cada detalle de aquel viejo edificio, las molduras de sus techos, los ascensores de hierro antiguo, las columnas, los barandales de la escalera... al llegar al fondo había una pequeño sector para tomar café, no puede faltar en Buenos Aires, y desde ahí se podía mirar hacia arriba y ver los demás pisos...
Desde la calle sólo se ve planta baja y dos pisos, pero por dentro son cinco o seis...
Yo recordaba que de pequeña subía a ese ascensor hasta el último piso y ahí estaba la sección de música... corría entre los grandes pianos de cola... casi puedo verlos... brillantes, majestuosos... pasaba a su lado, los tocaba casi como acariciándolos suavemente hasta que llegaba a sentir que uno me decía "tocame"... entonces me sentaba, levantaba la tapa, aflojaba mis dedos y empezaba a tocar... jugaba a tocar, porque nunca aprendí a hacerlo, no tenía piano...
Ese lugar ejercía una extraña fascinación sobre mí...
El piano sonaba hasta que algún vendedor, cansado de escuchar el horrible sonido que salía de mis dedos, se acercaba y preguntaba:
- estás sola ? dónde está tu mamá ?
- voy a buscarla, está en el piso de abajo probándose sombreros, creo...
Y salía corriendo hasta perderme de vista del vendedor... daba una vuelta y volvía a sentarme sigilosamente en otro piano... y otra vez a tocar... transportada al mundo imaginario y maravilloso de la música....
Y otra vez el vendedor....:
- y tu mamá ?
- me dijo que ya viene
- bueno, cuando venga tocás, ahora no... no se puede...
- pero me dijo que eligiera un piano... porque vamos a comprar uno... de verdad...
- bueno pero cuando venga, ahora no, nena...
Entonces verdaderamente bajaba corriendo las escaleras a buscar a mamá y ambas subíamos en el antiguo ascensor de hierro y al abrirse la puerta nuevamente corría hacia algún piano, pero ella era atajada por el vendedor y yo desde lejos le gritaba:
- ma...! verdad que me vas a comprar un piano ?
Y el vendedor se ilusionaba, pobre... y le mostraba a mamá todos los modelos y ella porbaba uno y otro, porque ella sí sabía tocar, haciendo tiempo, entreteniendo al vendedor para que yo pudiera jugar a la pianista...
Hasta que ya no había más piano que probar, ni más preguntas para hacer...
entonces decía: -muchas gracias, volveremos....
y yo : -muchas gracias, volveremos....
Y bajábamos en el ascensor aguantando la risa....
Nunca compramos un piano... nunca aprendí a tocar... pero nos divertíamos mucho...
Al mirar hacia arriba por aquel hueco y ver los otros pisos destruídos de ese hermoso edificio, no pude ver el cartel de la sección de música, ya no estaba, pero en el primer piso aún se puede leer uno que dice LENCERIA...
Recuerdos de la infancia que casi no tengo con quién compartir....
Creo que la frase que suelo usar "encontrarse a la vuelta de la esquina" tiene que ver quizás con la secreta fantasía de dar la vuelta a la esquina y encontrar a ese alguien con quien compartir todas las viejas historias... será un indicio de que me estoy volviendo vieja... pero más que nada, lo que busco, es ese alguien con quien vivir todas las historias que me restan por vivir...
Salí de ahí, caminé entre la gente, di vuelta a la esquina.... crucé la plaza San Martín, estaba llena de turistas, es hermosa esa plaza... llegué a la estación de Retiro, el tren me esperaba... me gusta viajar en tren...
Tomé mis anteojos, mi agenda y comencé a escribir todas estas sensaciones para no olvidarlas...
Pasó un vendedor de estampitas, otro de medias, otro de chocolates, a ese le compré... iba terminando el viaje, pero no tenía final para la historia...
El tren se detuvo largo tiempo en la estación Florida... y escucho una voz que dice:
- A ver si me regalan una sonrisa, que el día es mejor con una sonrisa... y yo les regalo una canción....
Era un hombre joven con una guitarra... dijo muchas cosas hasta que logró captar la atención de los pasajeros... al final nos hizo reir a todos, hasta los que estaban más serios, metidos en sus cosas esbozaron una sonrisa...
Y comenzó a tocar en su guitarra medio desafinada....
No se por qué imaginé que estabamos unidos, y me sentí mejor, pero aquí estoy tan solo en la vida que mejor me voy... Y un viejo blues me hizo recordar momentos de mi vida, mi primer amor, pero aquí estoy, tan solo en la vida que mejor me voy. Y sin querelo, ni imaginarlo, ese guitarrista, que bajó rápidamente en la estación cuando el tren arrancaba y no pude ni preguntarle su nombre, me dió el cierre para esta historia con esta hermosa y simple canción... Acá la pueden escuchar en la voz original de su autor, el genial Pappo, que nunca se fue, sólo está tocando blues por los cielos.... El comienzo me recuerda como tocaba yo... jaja Y estoy segura mi amigo, que esta canción te llega hoy a vos, tanto como a mí... Y espero haber respondido a tu pregunta... Si no me fui demasiado por las ramas... jaja Reina
jajajaja..... hermosa historia y tierna a la vez... Siempre pasaba por Harrods cuando necesitaba comprar partituras de musica... En Florida al 600 donde estaba Ricordi.... Y También por la Galería pacifico... otro edificio hermoso.... de recuerdos viejos no quiero hablar..... Es como mostrar la hilacha.... jajajaja..... pero tengo patente la imagien del conductor de tranvias manipulando su reostato para hacerlo avanzar..... jjajajajaja.......... shhhhhh....(No se lo digas a nadie).... jajajaja... El rock fué mi mamadera... El que me proporcionó los mejores amigos que tuve alguna vez... El primero que me dejó subir a un escenario.... Allá por la calle Bartolome mitre a una cuadra de callao, en un teatrito que todavía existe en un sotano,.... Mirá la de recuerdos que me trajiste.... Jajajaja
ResponderEliminarno no, mejor no hablo más... se van a dar cuenta que soy precambrico.... jajajajaja
te dejo un beso
juank.
Me equivoqué y lo he quitado. Te decía que el truco del piano me gustó, era inocente y bonito y más con la complicidad de la mamá... ¡Que hermoso!
ResponderEliminarPero... ¿te diste cuenta Reina? al final encontraste esa sorpresa "a la vuelta de la esquina". Tal vez en forma de cantor bohemio, o de canción vieja y añorada. Como decís vosotros... ¡suertuda!
Abrazos sinceros Reina.
La Galería Pacífico es hermosa... lástima que no remodelan así a Harrods...
ResponderEliminarTranvías no vi... jaja pero con mis recuerdos también mostré mi hilacha... jaja
Un beso Juank
Juan Francisco... Siempre hay una sorpres "a la vuelta de la esquina" será por eso que uso tanto esa frase...
ResponderEliminarY lo del cantor del tren, realmente no me lo esperaba... me emocionó realmente puedo llamarme suertuda...!!!
Me sorprendiste con este relato en prosa.
ResponderEliminarTe van todos los géneros.
Es muy emotivo.
Es como una postal...
Un beso, Reinita mía.
Sil... soy multifacética... jaja
ResponderEliminarEra muy largo para un poema...
No de qué parte sos, pero si alguna vez pasate por ahí podés entenderlo...
Un beso
Es una historia que deleita, Reina. Me ha gustado tanto leer tu relato, tus vivencias, ¡muy lindo, mucho!. Y además siendo de tu infancia, de las calles, los barrios, las esquinas y los lugares de tu Buenos Aires... ¡y esa música!, ¡ahora eres tú quien me ha emocionado con el recuerdo de aquellas vivencias!, ¡estupendo!, de verdad.
ResponderEliminarEstoy con el resto: deberías también escribrir en prosa, ¡tu estilo es tan cercano!. Intenta congeniarlo con el verso, ¡sería genial que nos regalaras un poquito de cada!.
Un beso, amiga y Reina
Al principio empecé con la prosa, luego incursioné en la poesía... todo depende del ánimo del día... jaja me quedó en verso...
ResponderEliminarUn beso